300 jóvenes y mujeres rurales de las provincias de El Guavio, Oriente, Almeidas, Medina y Paratebueno serán beneficiados
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Biodiversidad, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR avanza en la consolidación de su Plan de Acción Cuatrienal – PAC (2024-2027), a través del cual se pondrán en marcha las iniciativas concertadas con las autoridades departamentales, municipales, los sectores productivos y la comunidad, para dar respuesta a la problemática ambiental del territorio y fortalecer las acciones de protección y conservación de su patrimonio natural.
A través de 4 líneas estratégicas, 8 programas y 17 proyectos la CAR emprenderá una hoja de ruta que aborde integralmente la gestión de los recursos naturales en los 98 municipios de Cundinamarca, 6 de Boyacá y la ruralidad de Bogotá que hacen parte de su jurisdicción, alineados con lo definido en el Plan de Gestión Ambiental Regional – PGAR, recientemente aprobado por el Consejo Directivo de la Entidad.
El nuevo PAC de la CAR ha priorizado la gestión integral del recurso hídrico como eje estructural de la conformación de entornos sostenibles para la protección de la biodiversidad, representada por los recursos naturales fauna, flora, suelo y aire.
“Estamos comprometidos con la implementación de estrategias orientadas a la preservación, uso y restauración de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos, lograremos articular un acertado ejercicio de autoridad, apoyado en la promoción de una cultura ambiental que construye entornos sostenibles de la mano con la comunidad”, subrayó el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros.
¿Cuál es el panorama de cada uno de ellos?
Agua:
En el territorio a cargo de la CAR habita el 80% de la población del país y solo cuenta con el 20% de la oferta hídrica nacional. Se estima que el 72% de los municipios presentan algún tipo de riesgo de desabastecimiento de agua como resultado del deterioro de la calidad de las fuentes hídricas superficiales.
La demanda de agua está calculada en 46 % para actividades pecuarias, 44% para agrícolas y 7,7% para domésticas, por lo que es fundamental adoptar estrategias que garanticen un acceso sostenible y equitativo a este recurso vital.
Esto se hará se hará a través de una planificación adecuada de la oferta y demanda, la formulación, actualización, implementación y seguimiento de instrumentos de planificación, la gestión adecuada de los vertimientos y la conservación de ecosistemas productores de agua, entre otros.
Aire:
Buena parte de los problemas de calidad del aire en la jurisdicción de la CAR están representados en la presencia de material particulado (es decir, la contaminación en sus estados líquido y sólido en el aire) producida por fuentes móviles (vehículos motorizados) y fijas (fábricas y plantas de producción).
Municipios como Soacha, Mosquera, Nemocón, Funza, el corredor industrial del norte de La Sabana (Tocancipá, Zipaquirá, Sopó y Cajicá) y también en Ráquira (Boyacá) se presenta altos niveles de emisiones de fuentes fijas y móviles por la presencia de industrias de alimentos, manufactureras, ladrilleras y cerámicas, entre otras.
Para ello, la CAR, además de su ejercicio de autoridad ambiental, fortalecerá las 33 estaciones que hacen parte de su Sistema de Vigilancia de Calidad del Aire así como los proyectos que permitan el análisis del comportamiento de los contaminantes bajo los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la toma oportuna de decisiones, así como de otros aspectos como olores ofensivos y ruido.
Flora y fauna y suelo
Las coberturas vegetales del territorio CAR se caracterizan por presentar un alto grado de transformación dada la intervención de las actividades humanas: 32% de la jurisdicción está cubierta por pastos, otro 15 % por cultivos y pastos, con un 15% y un 9,5 por una combinación de cultivos, pastos y espacios naturales.
Cabe resaltar que se presenta un déficit de bosques respecto al total de su extensión ya que las zonas boscosas no ocupan más del 14,3 %, lo que se considera una cifra muy baja a lo que se suma que al menos 24 especies se encuentran en las categorías de amenaza establecidas por la normatividad vigente, es decir casi amenazada (NT), críticamente amenazada (CR), en peligro (EN) y vulnerable (VU). Este tema cobija acciones en ecosistemas estratégicos como humedales, áreas protegidas y zonas productoras de agua, donde se adelantarán proyectos integrales.
Para el caso de la fauna, se estima que cerca de 16 especies de aves, 4 de reptiles, 7 de anfibios y al menos 8 de mamíferos están en algún grado de amenaza, bajo las categorías mencionadas, para las cuales se han realizado estudios, monitoreos y planes de manejo y conservación que buscan garantizar la pervivencia de estas.
El nuevo PAC define acciones de conservación, control y manejo de especies de flora y fauna amenazadas, así como de las invasoras, acompañadas de acciones y campañas de prevención y educación ambiental para su cuidado y defensa.
En cuanto al recurso suelo se avanza en la elaboración de diagnósticos para identificar la degradación por erosión, salinización y compactación con proyectos piloto que ofrezcan estrategias de remediación de los suelos afectados por erosión severa y muy severa, representados en el 2,97% del territorio y erosión moderada que es del 32,36% del área total de la jurisdicción.
Fuente: Gobernación de Cundinamarca